Un día antes de la votación en el Senado, Abogadas y abogados agitamos nuestros pañuelos verdes en Tribunales para pedir la sanción de la Ley por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito.
Convocados por AABA, Asociación de Abogadas y Abogados Laboralistas (AAAL), la Asociación Americana de Juristas, muchxs colegas se acercaron espontáneamente. La Dra. Fabiana Sosa, por parte de AAAL, leyó un meduloso comunicado y nuestra maestra Pila Minyersky destacó con gran emoción el momento histórico que vivimos e instó a no bajar los brazos. Click aquí para ver el discurso de Nelly.
A pesar del resultado, que arrojó 38 votos en contra, 31 a favor, 2 abstenciones y 1 ausencia; el 8 de agosto fue un día histórico para la lucha feminista que, unida, no bajará los brazos en la conquista por los derechos de todas las mujeres.
Para ver las fotos del pañuelazo click aquí.
Compartimos el discurso de la colega Fabiana Sosa el 7 de agosto:
Hoy nos encontramos viviendo un momento histórico, que hasta hace pocos meses no creíamos que iba a estar sucediendo, estamos hablando en las calles, en las casas, en los colegios, en las familias, en las universidades, y en todos aquellos ámbitos en los que desarrollamos nuestra vidas del aborto. El debate se instaló finalmente, y eso debemos celebrarlo, porque los movimientos de mujeres lo venimos planteando desde hace más de 20 años, porque nuestro estatus en la sociedad cambió y porque nuestra posición en los lugares de trabajo, en los ámbitos familiares, en las relaciones interpersonales, en la sociedad toda, es otro, está cambiando.
Las mujeres nos hemos ido incorporando masivamente a la fuerza de trabajo desde hace muchos años, hemos accedido a derechos civiles, y no hace tantísimos años hemos comenzado a tener participación política y representación sindical. Sin embargo, todavía no somos consideradas sujetos políticos plenamente autónomos porque no tenemos la libre decisión sobre nuestros cuerpos, constituyéndose hoy en el último territorio de conquista, dominación social, y opresión cultural que necesitamos independizar.
Cómo es posible que nos digan que somos plenamente libres y que tenemos los mismos derechos, si no tenemos garantías de poder ejercerlos en la práctica. En un sociedad donde las tareas de cuidado están invisibilizadas, cuando estas recaen mayoritariamente en los hogares, y en ellos en las mujeres en forma no remunerada, siendo que el 76% de estas tareas las realizamos las mujeres, dedicándole el doble de horas; forzar maternidades no elegidas implica obligarlas a vivirlas como un castigo, algo que en el derecho internacional es considerado como una forma de tortura.
Después de casi cuatro meses de audiencias de expertos entre Diputados y Senadores, pasaron por el Congreso 770 especialistas que expresaron todo tipo de argumentos a favor de la legalización de la práctica y en contra de modificar la legislación penal actual. Fueron médicos y abogados quienes hicieron la mitad de las exposiciones, teniendo en cuenta que los dos grandes puntos de tensión fueron el aborto como práctica médica para garantizar el acceso a la salud de las mujeres y las cuestiones jurídicas y normativas para legalizarlo.
Según datos del Ministerio de Salud sobre la problemática del aborto desde la mirada de la salud pública, se realizan 354.627 abortos en nuestro país al año, y habría un ahorro del 84% si se legaliza la práctica, 98% de internaciones menos, y reducción del 92% de las muertes.
Como no hay registros sobre la práctica porque hoy es ilegal, si no se encuadra en las causales contempladas desde 1921 en el Código Penal, y ratificadas en 2012 por la Corte Suprema en el Fallo FAL que determinó los alcances de las mismas, interpretando la salud en forma integral, esta cifra debe estimarse. En base a estas estimaciones, en la Argentina se realizan 41 abortos por hora.
Consideramos que la necesidad de legalizar y despenalizar el aborto es una cuestión urgente de salud pública y de derechos humanos de las mujeres.
Porque el derecho humano de las mujeres a vivir una vida libre de violencias implica autonomía política, autonomía económica, y autonomía física, y ello requiere legalizar el aborto, respetar el derecho de elegir sobre nuestros propios cuerpos, sin influencias morales ni religiosas que están reservadas a las acciones privadas de las personas.
Es una cuestión de SALUD PÚBLICA, es aborto legal o aborto clandestino.
El debate no es acerca del comienzo de la vida porque la ciencia tiene varias posturas de las cuales ya escuchamos bastante en estos meses, y porque el sistema jurídico internacional de los derechos humanos habla de la protección incremental de la vida, y de que ningún derecho es absoluto.
El debate es si vamos a legislar sobre los derechos sociales de las mujeres que como sujetos políticos autónomos deben decidir sobre sus propios cuerpos y proyectos de vida.
La sociedad ya demostró un cambio de conciencia con la movilización masiva del día 13 de junio en los alrededores del Congreso, ese día se despenalizó socialmente el aborto y le está exigiendo al Congreso que legalice la necesidad de reconocer que los tiempos cambiaron y que si nosotras parimos, nosotras decidimos.
Estamos listas para seguir haciendo historia. ABORTO LEGAL YA, QUE SEA LEY.
Convocados por AABA, Asociación de Abogadas y Abogados Laboralistas (AAAL), la Asociación Americana de Juristas, muchxs colegas se acercaron espontáneamente. La Dra. Fabiana Sosa, por parte de AAAL, leyó un meduloso comunicado y nuestra maestra Pila Minyersky destacó con gran emoción el momento histórico que vivimos e instó a no bajar los brazos. Click aquí para ver el discurso de Nelly.
A pesar del resultado, que arrojó 38 votos en contra, 31 a favor, 2 abstenciones y 1 ausencia; el 8 de agosto fue un día histórico para la lucha feminista que, unida, no bajará los brazos en la conquista por los derechos de todas las mujeres.
Para ver las fotos del pañuelazo click aquí.
Compartimos el discurso de la colega Fabiana Sosa el 7 de agosto:
Hoy nos encontramos viviendo un momento histórico, que hasta hace pocos meses no creíamos que iba a estar sucediendo, estamos hablando en las calles, en las casas, en los colegios, en las familias, en las universidades, y en todos aquellos ámbitos en los que desarrollamos nuestra vidas del aborto. El debate se instaló finalmente, y eso debemos celebrarlo, porque los movimientos de mujeres lo venimos planteando desde hace más de 20 años, porque nuestro estatus en la sociedad cambió y porque nuestra posición en los lugares de trabajo, en los ámbitos familiares, en las relaciones interpersonales, en la sociedad toda, es otro, está cambiando.
Las mujeres nos hemos ido incorporando masivamente a la fuerza de trabajo desde hace muchos años, hemos accedido a derechos civiles, y no hace tantísimos años hemos comenzado a tener participación política y representación sindical. Sin embargo, todavía no somos consideradas sujetos políticos plenamente autónomos porque no tenemos la libre decisión sobre nuestros cuerpos, constituyéndose hoy en el último territorio de conquista, dominación social, y opresión cultural que necesitamos independizar.
Cómo es posible que nos digan que somos plenamente libres y que tenemos los mismos derechos, si no tenemos garantías de poder ejercerlos en la práctica. En un sociedad donde las tareas de cuidado están invisibilizadas, cuando estas recaen mayoritariamente en los hogares, y en ellos en las mujeres en forma no remunerada, siendo que el 76% de estas tareas las realizamos las mujeres, dedicándole el doble de horas; forzar maternidades no elegidas implica obligarlas a vivirlas como un castigo, algo que en el derecho internacional es considerado como una forma de tortura.
Después de casi cuatro meses de audiencias de expertos entre Diputados y Senadores, pasaron por el Congreso 770 especialistas que expresaron todo tipo de argumentos a favor de la legalización de la práctica y en contra de modificar la legislación penal actual. Fueron médicos y abogados quienes hicieron la mitad de las exposiciones, teniendo en cuenta que los dos grandes puntos de tensión fueron el aborto como práctica médica para garantizar el acceso a la salud de las mujeres y las cuestiones jurídicas y normativas para legalizarlo.
Según datos del Ministerio de Salud sobre la problemática del aborto desde la mirada de la salud pública, se realizan 354.627 abortos en nuestro país al año, y habría un ahorro del 84% si se legaliza la práctica, 98% de internaciones menos, y reducción del 92% de las muertes.
Como no hay registros sobre la práctica porque hoy es ilegal, si no se encuadra en las causales contempladas desde 1921 en el Código Penal, y ratificadas en 2012 por la Corte Suprema en el Fallo FAL que determinó los alcances de las mismas, interpretando la salud en forma integral, esta cifra debe estimarse. En base a estas estimaciones, en la Argentina se realizan 41 abortos por hora.
Consideramos que la necesidad de legalizar y despenalizar el aborto es una cuestión urgente de salud pública y de derechos humanos de las mujeres.
Porque el derecho humano de las mujeres a vivir una vida libre de violencias implica autonomía política, autonomía económica, y autonomía física, y ello requiere legalizar el aborto, respetar el derecho de elegir sobre nuestros propios cuerpos, sin influencias morales ni religiosas que están reservadas a las acciones privadas de las personas.
Es una cuestión de SALUD PÚBLICA, es aborto legal o aborto clandestino.
El debate no es acerca del comienzo de la vida porque la ciencia tiene varias posturas de las cuales ya escuchamos bastante en estos meses, y porque el sistema jurídico internacional de los derechos humanos habla de la protección incremental de la vida, y de que ningún derecho es absoluto.
El debate es si vamos a legislar sobre los derechos sociales de las mujeres que como sujetos políticos autónomos deben decidir sobre sus propios cuerpos y proyectos de vida.
La sociedad ya demostró un cambio de conciencia con la movilización masiva del día 13 de junio en los alrededores del Congreso, ese día se despenalizó socialmente el aborto y le está exigiendo al Congreso que legalice la necesidad de reconocer que los tiempos cambiaron y que si nosotras parimos, nosotras decidimos.
Estamos listas para seguir haciendo historia. ABORTO LEGAL YA, QUE SEA LEY.